El claustro de la Universitat Politècnica celebrado ayer sirvió para poner de relieve las fortalezas y debilidades, especialmente financieras, de la institución.

La universidad se mantiene como la tecnológica más potente de España en producción científica y casi ha duplicado la tasa de rendimiento de sus alumnos con la adaptación a los grados. Sin embargo, las tensiones de tesorería provocadas por las deudas del Consell, lejos de atenuarse, parecen ir a más, lo que amenaza al cumplimiento de las obligaciones del centro. Ayer, el rector habló de los quebrantos que supone a la gerencia encontrar dinero para cubrir sueldos, especialmente como consecuencia del incumplimiento del calendario de pagos de las transferencias mensuales que llegan de Educación.

«Vivimos con verdadera angustia para conseguir fondos para liquidar las nóminas todos los meses. No se puede estar el día 28 ó 29 pendiente de si llega el ingreso o no llega, y con los bancos que dan créditos con más dificultades. La situación es angustiosa», repitió.

El rector habló en estos términos durante la presentación del informe de gestión al órgano universitario. También detalló los temores que trasladaron los representantes de las cinco universidades públicas al presidente Fabra en una cena reciente, como la demora en las mensualidades (se adeudan dos), el mantenimiento del compromiso de financiación y el perjuicio que supone la deuda histórica acumulada hasta 2008, que debía abonarse con un pago anual entre los años 2009 y 2022. Sin embargo, sólo fueron ingresados los de 2009 y 2010 y se anunció el aplazamiento de los de 2011 y 2012. Los rectores le manifestaron su preocupación porque esto ha provocado el cierre de varios ejercicios contables con un «déficit salvaje», ya que en los presupuestos se incluía la cuantía como un ingreso que no se cobraba. Juliá aseveró que el Consell trabaja en buscar una solución, que puede pasar por permitir que la Intervención General no lo compute como déficit o recurrir a una fórmula financiera como el factoring.

fuente : lasprovincias.es

 Más deuda

 

A la deuda histórica (252 millones menos las transferencias de 2009 y 2010) se le añaden otros conceptos, como las mensualidades atrasadas (38 millones) y los pagos de otros ingresos pendientes, que en algunos casos se remontan a 2010 (22). Como informó el gerente, es necesario que se liquiden antes del 31 de diciembre para evitar cerrar el año con una tesorería negativa, lo que podría derivar en que la propia universidad tuviera que asumir los impagos como si fueran pérdidas, reduciendo los gastos en las cuentas del próximo ejercicio de manera proporcional al desfase, pese a no ser los causantes del mismo. A la espera de encontrar una salida, se van a prorrogar los presupuestos de 2012.

Juliá también desveló que Educación va a apoyar la petición universitaria en favor de retomar las jubilaciones incentivadas, que permiten renovar al personal docente veterano, pese a las dudas legales que han generado estas prácticas en el Tribunal de Cuentas.

Además, instó a los jóvenes que han ocupado la Escuela del Medio Rural y Enología a desalojarla de forma pacífica «al existir riesgo para las personas». La UPV prevé que el edificio acoja exposiciones artísticas o incluso empresas de emprendedores. Tampoco se descarta alquilarlo para destinar los ingresos a políticas sociales, como becas.