El nuevo curso universitario comienza con la misma tónica de años anteriores. Los recortes y las carencias se perpetúan en nuestras universidades, perjudicando en primera instancia a sus recursos personales y materiales y, a la postre, también redundan negativamente sobre los destinatarios últimos de las mismas.
Como resultado de las drásticas limitaciones impuestas por el Gobierno a la reposición de vacantes se ha producido una importante reducción del personal docente y de administración y servicios y una precarización de las dotaciones de plazas y de los salario.
El sindicato hace un llamamiento a las Administraciones educativas y universitarias a que modifiquen el rumbo erróneo adoptado en los últimos años y propicien políticas que permitan la disminución de tasas académicas, el incremento de becas, mayores ofertas de empleo y la mejora de las condiciones sociolaborales de los trabajadores/as universitarios.